La forma en que te despiertas y te levantas de la cama cada día, marca no solo tu día, sino tu estilo de vida.
Cada vez que te despiertas y tu mente ya está trabajando en organizar todas tus actividades, estás separando a tu mente de tu cuerpo.
Estás haciendo con tu cuerpo el esclavo que recibe órdenes de la mente y no es escuchado.
Cada vez que das un salto de la cama porque sonó la alarma o porque así acostumbras, estás preparando el escenario para un cuerpo con dolor y una mente estresada.
Mientras duermes, tus músculos, huesos y articulaciones se «amoldan» a la forma de estar acostados, cambian su organización porque no están en posición de pie y no necesitan resistencia a la gravedad, así que se expanden, se reducen algunas presiones en columna y algunas articulaciones, además que la inmovilidad reducida provoca lentitud de movimiento en articulaciones porque se hacen más densas las sustancias y membranas articulares.
Así que antes de levantarte de tajo al despertar y pensar que tienes que arreglar el mundo.
- Date unos segundos más para estirarte y sentir tu cuerpo despertar poco a poco
- Evita pensar en lo que tienes pendiente que hacer, no lo resolverás en ese momento
- Evita quejarte, aunque haya algo que te parezca justificar una queja
- Evita echar culpa a otro (s) de lo que sea
- Pon un pensamiento tipo «bendigo mi día que ya es fabuloso», «Agradezco este nuevo día» etc. Invéntate una frase para tus despertares.
- Tiene que gustarte lo que haces. Si no te gusta, invéntate un pretexto de algo que te guste y piensa en ese momento agradable.
- Piensa en ese momento agradable del día que te gusta. Si no encuentras invéntalo y empieza a hacer más cosas que te gusten.
Por más ocupado que vaya a ser tu día, o por más prisa que tengas, no será un día productivo si desde que despiertas lo atropellas con prisa y pensamientos de miedo y angustia. Da gracias a cada día antes de hacer y pensar cualquier otra cosa, y solo te tomará 5 minutos más de lo que te lleva cada día.
Pon el despertador unos minutos antes para darte el tiempo de realmente despertar y agradecer.
Te comparto aquí este artículo en la revista Cuerpo Mente.
¿Por qué nos cuesta tanto levantarnos por la mañana?
Mejora tus despertares y mejorarás tu vida!
Abrazo
Claudia Espriella
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