¿Miedo a envejecer?

Eso es cosa del pasado.

Recupera tu movimiento joven

Después del temor a la muerte, uno de los miedos más grandes que tenemos las personas, es el miedo a envejecer. Pero, qué significa envejecer, ¿Por qué le tememos a la vejez?

Vivimos en una cultura en donde envejecer es casi una enfermedad, aunque hay científicos que dicen que es una enfermedad porque se va reduciendo la capacidad de nuestras células de reproducirse y con ello se vuelve lento el proceso de auto regulación, es decir, hay una alteración en el funcionamiento de reproducción celular.

Hay muchos mitos sobre la vejez, hemos crecido en la sociedad occidental con las creencias de que a mayor edad es igual a dolor, enfermedad, falta de movimiento y baja energía.

En donde creemos que de «viejos» nos haremos forzosamente pipí en los calzones. 

Pero esto es un mito.

Uno de mis mayores miedos escondidos, cuando era niña, era el ser vieja.

Lo que me aterraba era llegar a un estado de poca o nula movilidad, de rigidez extrema, caminar con dificultad y lentitud y con esa apariencia de estar confundida hacia dónde vas.

Ahora se que eso no es obligatorio.

Aquí te comparto este post para que sigamos tirando esos mitos a la basura, y aprendiendo a tener una madurez y prepararnos para una vejez saludables y en movimiento.

El mito del envejecimiento

“…¿Cómo es posible que la ciencia médica , que nos protege de infecciones y padecimientos orgánicos, extendiendo nuestras vidas más allá de los 80 años, no pueda protegernos de cosas tan simples como la rigidez, las molestias y los dolores corporales?

Los seres humanos, una vez que superan la etapa de andar a gatas y comienzan a caminar sobre sus dos piernas, no tienen por qué comenzar a decaer a medida que su edad avanza y adoptar la postura del que se apoya en el bastón. Es decir, la decreptitud del cuerpo, que el mito del envejecimiento da por hecho, no es algo inevitable. Por el contrario, sí es y con mucho tanto evitable como reversible”. Thomas Hanna. Conciencia Corporal.

La fábula de Eos y Tithonus.

Eos, la hermosa diosa del amanecer, se enamoró perdidamente del guerrero Tithonus. Enloquecida por la mortalidad de Tithonus, fue a la cámara del dios Zeus para pedirle un favor. Ella quería amar al guerrero hasta el fin de los tiempos, pero ya que él era mortal y ella inmortal, le pidió a Zeus que lo inmortalizara también.

¿Estás totalmente segura que eso quieres para él? Le preguntó Zeus. Sí, respondió ella contundente.

En cuanto Eos abandonó la cámara de Zeus, se dio cuenta de un terrible error, olvidó  pedir que Tithanus no solo fuera inmortal sino joven y saludable también.

Con el tiempo Eos miraba con horror como envejecía y enfermaba su amado Tithanus. En algunas décadas, el alguna vez orgulloso guerrero, se redujo a una colección de dolores y huesos frágiles, y así continuó su vida para siempre.

Esta es una alegoría adecuada de lo que muchas personas viven, mayor longevidad y menos salud.

“Cuando somos jóvenes, tendemos a dar nuestra salud como garantizada. Entonces cuando cumplimos 40 o 50, notamos algunos cambios y empezamos a tomarnos más en serio. Cuando miramos a nuestros padres podemos ver cómo puede deteriorarse la salud cuando no nos cuidamos a nosotros mismos.

Cuanto más envejecemos, más inteligentes debemos volvernos. A medida que envejecemos, se vuelve más importante que nunca, usar nuestro cuerpo de manera más eficiente. Debemos mejorar nuestra facilidad de movimiento, nuestra coordinación, nuestro sentido del equilibrio, el control y la comodidad. Después de cierta edad, nuestra sabiduría corporal nos dice que es demasiado difícil golpear nuestros huesos, tensar nuestros músculos y hacer las cosas que solíamos hacer con fuerza de voluntad y fuerza bruta. Sin embargo, hay poco disponible en nuestra cultura que nos ayude a aprender a reducir el estrés mientras aumenta la eficiencia muscular de una manera placentera y cómoda.” Frank Wildman

¿Qué cambios vamos notando en nuestro cuerpo al ir envejeciendo?

Rigidez en cuello, columna, espalda. Tal vez te sea más difícil girar la cabeza cuando estás en el auto para estacionarte o hacer alguna maniobra. Entonces sientes que el cuello se detiene y está más rígido. La columna también se siente rígida.

Entonces piensas que ya estás envejeciendo y que tal vez hacer algo de ejercicio te ayude, sin embargo hacer ejercicio puede empeorar esa rigidez porque solo ayudará a fortalecer musculatura tal vez, pero tus hábitos de movimiento que provocaron esa rigidez permanecerán.

¡Pero hay buenas noticias!

Si eres disciplinada y quieres mejorar tu movilidad en serio, puedes integrarte a un sitio de movimiento consciente e ir liberando esas tensiones y rigideces que no solo limitan tu movimiento, sino que también reducen tu energía y te dan inseguridad porque temes caerte o lastimarte más.

Si realmente deseas mejorar tu movimiento y reducir o eliminar esos dolores físicos que minimizan tu eficiencia, comienza ya practicando estos movimientos.

Es muy fácil, solo se necesita decisión, amor propio y disciplina para reservar unos minutos para ti y practicar estos sencillos pero poderosos movimientos.

¿Deseas empezar ya?

¡Pues está en tus manos!

Esta es una buena lección para iniciar a darle más flexibilidad a tu columna y reducir esfuerzo en tu cuello, ¡mientras conduces! Sí, mientras conduces en el tráfico podrás flexibilizar y fortalecer tu columna.

Antes, solo practica esta lección   una o varias veces a la semana y ve comparando cómo es ahora tu experiencia de manejo con estos movimientos. Espero aproveches esta oportunidad de comenzar a eliminar esa rigidez general y recuperar poco a poco juventud de movimiento.

Vamos ya, haz click en el link abajo.

Lección. Encuentra tu óptima posición al conducir. (Es un audio)

Al final de la lección, cada vez que la practiques, puedes responderte estas preguntas que le ayudarán a tu cerebro a clarificar y fijar lo aprendido, cambiando poco a poco tus hábitos que causan rigidez, molestia y dolor.

  1. ¿Sientes diferencia entre la sensación general de tu cuerpo antes y después de haber realizado la lección? (el no es también una respuesta correcta).
  2. Si la respuesta es sí, ¿En qué partes o parte sientes diferencia? (no sé, también es una respuesta correcta).

Conforme practiques este tipo de lecciones aumentarás tu margen de percepción. Repite la lección cuantas veces te apetezca.

Felicidades!! Enhorabuena!!!

Haz ingresado en el camino hacia un nuevo bienestar.

 

Continúa eliminando la rigidez y aumentando tu movilidad

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