1. La tensión muscular es la rigidez muscular provocada por la contracción continua de uno o más músculos, incluso en reposo, que se opone al estiramiento del músculo por la gravedad.

Cuando esta rigidez se vuelve “normal”, dejamos de sentirla y no nos damos cuenta que nos está drenando energía y salud.

El aumento de la tensión muscular puede estar originado por diversas enfermedades articulares, neurológicas, viscerales, etc., así como por lesiones y traumatismos. Pero también, sin lesión o enfermedad, puede estar condicionada por diversos factores como las sobrecargas funcionales, desequilibrios postulares y estáticos, alteraciones psicológicas, estrés y otros.

2. La ansiedad por el resultado. El deseo en sí es un buen indicio de lo que queremos, sin embargo, cuando todo el tiempo se pone atención en el resultado, el proceso se pasa por alto y surge la ansiedad, alterando el sistema nervioso, drenando nuestra creatividad y energía..

 

Enfocarnos en el proceso y no en el resultado nos ayuda a:

 

Disfrutar el momento presente. Reduciendo estrés, estados de ansiedad y depresión y mejorando la producción de las hormonas del placer como la serotonina y oxitocina.

 

Eliminar tensiones no conscientes. Al recibir el cerebro información de “confianza”, envía orden a la musculatura para “soltar” la alerta máxima.

Mejorar la calidad de movimiento

 

Todo esto lo hace el sistema nervioso motor, no la mente. Una vez que tu cerebro ha percibido la seguridad de moverse lento y sin esfuerzo durante el proceso, podrá elegir la manera más fácil y saludable de moverse.