Hay dos cosas que cuando era una niña muy pequeña rechazaba claramente, una era a las personas adultas mayores y otra a la señoras enojonas. Jajaja sí decía que yo no sería como ellas.
Seguramente es una de las razones por las que decidí no tener hijos, aunque no todas las mamás son enojonas quiero pensar, y al final lo que yo rechazaba de la vejez era la imagen de una persona encorvada, débil, vulnerable, con poca o nula movilidad a la que tenían que ayudar a moverse y trasladarse. Era una imagen que me causaba un gran rechazo.
Tal vez por eso elegí el camino del movimiento saludable, ahora se que envejecer con falta o ausencia de movilidad es un mito que se puede evitar practicando movimiento consciente.
Yo me muevo y me siento mejor que cuando tenía 20 años, seguiré envejeciendo, pero seguro con menos miedo y sobre todo moviéndome.
He creado el grupo privado Gimnasia sin Esfuerzo para compartir con las mujeres que deseen seguir empoderándose, sin miedo al tiempo, lecciones que mejoren movilidad, te den más energía y sobre todo libre de dolor y sufrimiento.
Envejecer es inevitable, pero el cómo, ES TU DECISIÓN.
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