Cómo empezó esta historia
Fui una chica obsesionda con el «fitnes», con el cuerpo «perfecto».
Siempre fui deportista y muy activa.
Practiqué desde natación hasta Gimnasia olímpica, pasando por atletismo.
Aunque mi mayor pasión siempre fue el baile.
Así que tomé clases de ballet clásico, contemporáneo, folkror y samba.
Fue de ésta última que me enamoré, por su soltura de movimiento, además de ser un excelente ejercicio para piernas, glúteos y abdomen.
Fui profesora de aeróbicos, gimnasia rítmica y samba, hasta que conocí y me certifiqué en Método Feldenkrais® y Periné y Movimiento®.
Fue gracias a estas metodologías que descubrí que es posible moverse sin lastimarse, sin obsesionarse, sin sufrir, y sobre todo, amando al cuerpo dentro de sus limitaciones.
Desde hace 9 años que integré en mis sesiones, que antes eran extenuantes, método feldenkrais, abdominales sin esfuerzo y movimiento rítmico suave, he constatado cómo es posible ejercitarse equilibrando las tensiones del sistema motor y combinado con otras disciplinas, se tienen resultados claros y rápidos en la mejoría del movimiento (incluye reducción o eliminación de molestias y dolores), y después resultados estéticos, desde una visión más de aceptación y alegría, sin obsesionarse con los modelos externos.