En todo nuestro cuerpo tenemos sensores que nos permiten activar las respuestas de movimiento, temperatura, olor, sabor y sonido, corresponden a los 5 sentidos, más el sentido del movimiento, considerado un sentido «no tradicional», sin embargo para Moshê Feldenkrais (inventor del Método Feldenkrais), el sentido del movimiento es el más importante, el menos estudiado y el más ignorado.

Hemos sido educados con la supremacía del método científico, de la lógica y la razón sobre la intuición y lo espontáneo y físico.

En nuestra sociedad en donde se sobrepone en valor lo «racional» y ésto ligado a la mente, lo corporal pasa a ser meramente o estético e importante cuando surge la enfermedad, el cuerpo sigue siendo ajeno a nuestro control, el ignorado, el desconocido, el gran temido.

Sin embargo dentro de nuestro cuerpo, fuera del espacio del cerebro, existe un mundo maravilloso de sensores de movimiento, temperatura, distancia, dolor, olor, sonido, y todos están ligados al movimiento, sin el cual no sería posible su óptimo funcionamiento.

Del cuerpo al cerebro, tenemos un nervio vago que se conecta con todos los órganos y pasa del cuerpo hacia al cerebro para informarle cómo está nuestro interior.

El cerebro recibe estas señales y envía respuesta en consecuencia. Es decir, el cerebro no actúa solo, sino en base a la información que recibe de órganos.

La supremacía del cerebro sobre el resto del cuerpo, ha terminado. Estudios científicos ahora comprueban cómo ambos son tan importantes y se coordinan para encontrar el equilibrio de nuestra salud integral (cuerpo,emoción y pensamiento).

Por ejemplo, para calcular la distancia entre un objeto de gran tamaño y el cuerpo, en una persona sin el sentido de la vista y una vidente, el cerebro hace un cálculo tan perfecto, pero diferente en ambos, para no chocar con el objeto. El cuerpo envió una cantidad de información para realizar la ecuación matemática perfecta que nos salve de un golpe o caída.

Tal vez no valoramos esta exactitud y gran coordinación entre cuerpo y cerebro, hasta que nos caemos o sufrimos algún tipo de accidente cerebral, y el movimiento se paraliza o limita.

Así que cuidar la calidad del movimiento equivale a cuidar la calidad de toda la red de información que viaja del cuerpo hacia el cerebro, tan importante cuanto el proceso cerebral, ya que uno sin otro no formarían la unidad indivisible cerebro-cuerpo = máquina perfecta del ser humano.

Así que a cuidar la calidad de los sensores, cuidando la calidad del tono y equilibrio del sistema motor.

En el cerebro entonces, se desencadena una serie de arreglos, que activarán el sistema simpático de alerta o parasimpático de tranquilidad, entonces tu cuerpo, que es tu representante, se prepara para la huída o para la confianza, soltando sustancias ligadas al estrés y a la tensión muscular, o a la paz y  tono equilibrado.

Parece muy simple, pero como somos inconcientes de esto, no notamos cuando ya somo presa de las tensiones diarias, que al final nos lo recuerdan con alguna enfermedad, molestia o dolor.

Te dejo este valioso vídeo de la neurocientífica Nazareth Castellanos quién nos devela cómo la supremacía del cerebro termina, dando paso al tiempo cuerpo-cerebro.

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NAZARETH CASTELLANOS. Relación del cuerpo, vísceras, postura y cerebro.

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Te veo pronto.

Con amor.

Claudia Espriella 🌷