1. Trípode Podal
El trípode podal o plantar, es fundamental para mantener el equilibrio del cuerpo en la posición de pie, así como para el acto del caminar.
Los puntos de apoyo de este trípode transfieren el movimiento del empuje del piso hacia el tronco, a través de las piernas, pero si existe tensión, debilidad, inestabilidad, esta transferencia pasa débilmente y los músculos de espalda baja, las rodillas, muslos y glúteos tendrán que suplir esa falta de «empuje» forzando su trabajo de movernos al caminar.
La zona del suelo pélvico recibirá también esta «deficiencia» haciendo que la presión hacia éste sea mayor, ya que el peso del tronco no tiene una fuerza contraria a la gravedad que lo sostenga.
También, toda alteración en los pies afectará no solo el equilibrio sino la manera en que el suelo pélvico se «comporte». Lo veremos más adelante.
2. Identificando los puntos de empuje y apoyo
Vamos ahora a identificar en nuestros pies cada punto de apoyo del trípode podal.
Aquí empieza el viaje interesante.
Cada pie es una historia única. Cada persona es una historia única.
Así que la manera en que apoyamos los puntos, la manera de movernos con ellos, las tensiones y presiones son una fuente de información sobre cómo nos paramos frente a la vida.
¿Cómo es cada base de apoyo? ¿Hay alguna molestia o tensión en alguno de los puntos?
2. Identificando el trípode de pie.
Vamos a darles ahora peso y presión a nuestros puntos.
Exploremos y observemos cómo ejercemos presión en estos puntos y cuánta movilidad ejerce cada uno.
Este viaje continúa cuando estás en tu día a día y puedes descubrir el tipo de peso y presión que normalmente ejerces sobre estos apoyos.
Una alumna me dijo: «maestra nunca me había fijado en cómo apoyo los pies, y ahora cuando estoy en la parada del bus, ya me observo y puedo sentirme más estable y equilibrada.»
Disfruta!!
2. Apoyos anteriores y periné anterior.
¿Cómo fueron los apoyos laterales?
¿Pudiste percibir sobre qué apoyo haces mayor presión?
¿Pudiste percibir si un apoyo empuja con más facilidad el piso?
Ahora identificaremos los apoyos anteriores, de antemano sabemos que la base del dedo pequeño es mucho más débil y pequeña, así que es la menos clara al empujar, también porque su función es más de estabilizar el apoyo del pie.
Sin embago el solo hecho de observar, nos dará la posibilidad de activarla un poco más de lo usual, ya que es un punto «olvidado» al estar de pie y caminar.
También podrás relacionar el movimiento de regresar la pelvis hacia el punto de partida utilizando los empujes anteriores del pie y el triángulo anterior de tu suelo pélvico, jugando con estas correlaciones.
Diviértete, explora, confía y disfruta!
2. Trípode, empuje y suelo pélvico
Wowww hemos llegado a esta parte que me encanta!!!
Lo que sucede en los pies sucede en el suelo pélvico
Es increíble cómo estamos conectados. Cuando los pies están tensos, débiles, rígidoz etc. Todas esas cualidades pasarán a través de las piernas y glúteos, al suelo pélvico.
Cuando hay mucha tensión en talones, esa tensión pasa al triángulo posterior del suelo pélvico.
Cuando hay falta de movilidad, rigidez en la parte frontal del pie y los apoyos son débiles, el triángulo anterior del suelo pélvico también se ve afectado, ya que no recibe el impulso correcto de traslación al caminar y la estbilidad al estar de pie.
Juega con todas estas posibilidades de activar los esfínteres anteriores y posteriores apoyando los puntos del trípode podal y descubre la magia de la conexión.