Un poco de mi historia con Gimnasia Sin Esfuerzo
Siempre fui hiperactiva y obsesionada con el ejercicio para mantenerme “en forma”. Sin embargo conforme pasaban los años te das cuenta que necesitas más esfuerzo y más tiempo para lograr una figura tonificada y más cercana a los estándares de “buena forma”. Así que siempre hice ejercicio y fui maestra de aeróbicos, daba unas rutinas extenuantes porque creía también que “si no duele no sirve”.
Después, cuando viví en Brasil descubrí que bailar samba era un gran ejercicio para piernas, glúteos y abdomen, así que cuando regresé a México empecé a dar clases de samba, y eran unas clases muy fuertes, extenuantes. Estando también en Brasil tomé clases de Eutonía y alguien me habló del Método Feldenkrais® y me mostró un libro, del cual empecé a practicar los movimientos ¡Me encantó!.
Entonces ya de regreso, en mi ciudad Colima, habían abierto la Formación Profesional en el Método Feldenkrais® a la cual me inscribí y desde entonces mi vida dio un cambio radical.
Empecé a tener una relación diferente con mi cuerpo y a vivir más cómodamente en él.
Ya no me mortificaba estar “tonificada” como de revista o estar “en forma”, sino empecé a sentirme bien, simplemente.
Mi relación con la técnica de Periné y Movimiento® de Blandine Calais Germaine, me ayudó a optimizar las clases de baile y los ejercicios adicionales que realizaba, así como a conocer cómo es posible hacer fitness sin desgastarte con rutinas extenuantes y riesgosas con articulaciones y cuerpo en general.
Trabajo con empleados de oficina y trabajadores que pasan horas sentados, que realizan trabajos físicos pesados y he podido conocer directamente los beneficios que reportan al practicar el taller Mejorando mi movimiento, mejorando mi vida.
Testimonios
“Estoy muy agradecida con este programa porque me ha servido muchísimo. Cuando empecé me sentía demasiado pesada, decía que no podía. Ahora se que sí puedo y me siento más liviana y más alegre”.
“En lo personal estoy muy agradecida con este taller, me ha servido mucho. Yo no podía levantarme estando en el piso, hoy lo hago muy fácil. Tampoco podía estar de rodillas ni boca arriba, había muchas limitaciones en mí, me sentía rígida, con dolor. Hoy me siento mucho mejor, más optimista, más contenta. Gracias”
“Yo no sabía exactamente a qué venía a este taller, pero vine por la postura porque paso mucho tiempo en la computadora y a veces me duele la espalda. El primer día que vine a clase en casa em lastimé el tobillo y creí que no iba a poder hacer los movimientos y salí caminando como si nada, ni siquiera me acordaba que me había lastimado. Tenía también un dolor desde hace un mes, el cuello torcido y creí que no podría moverlo y después de la sesión ya pude moverlo sin dolor. Estoy encantada, creo que va a lo esencial y ayuda a través de la conciencia. Me encantó. Gracias.”